domingo, 18 de octubre de 2020

Recursos y Materiales para usar en casa


Webs con recursos para niños y mayores


Para padres

Para niños

Vídeos:
  • El hombre que hacía milagros (animación sobre la vida de Jesús vista desde los ojos de una niña)


  • La casita sobre la roca (las parábolas de Jesús)

  • Mi familia católica (vidas de santos) 


  • Catholic Stuff (vídeos cortos católicos divertidos para jóvenes y adolescentes) 

domingo, 11 de octubre de 2020

PRESENTACIÓN: Despertar religioso en la familia

El despertar religioso, o despertar a la Fe es el camino de cada una de las personas, en este caso, de nuestros niños, desde que se bautizan hasta que empiezan la catequesis. En ocasiones los propios padres pasamos por momentos más cercanos y más lejanos a la Iglesia, a nuestra propia Fe, momentos en que la oración diaria se hace en familia, con alegría y otras en las que las prisas y las obligaciones nos hacen ir abandonando la misa dominical o el Jesusito de mi vida antes de acostarse... Por eso este año, previo a los dos años de catequesis, es un año para todos, para niños y familias, un año en que trataremos de involucrarnos más, de vivir a fondo nuestra Fe para poder explicarla y transmitirla a nuestros hijos.

viernes, 9 de octubre de 2020

Tema 1. En mi familia nos queremos

"Cuando Dios habita en una familia, la felicidad abunda en todos sus miembros" (Consejo Pontificio para la familia)

"Los padres son siempre espejo en el que se miran los hijos... La fuerza del amor es tan grande que, quiéranlo o no los padres, su ejemplo se convierte en modelo. La incoherencia entre lo que se dice como verdad y el comportamiento que se observa es algo imposible de comprender, sobre todo para un niño. Por el contrario, lo que se ha visto se hace garantía de credibilidad, aunque no se haya escuchado palabra alguna" (Cardenal Amigo Vallejo, Una familia cristiana nueva, p.74)

Los niños hacen lo que ven (vídeo para ver SOLO los padres)


Para tratar este primer tema, podemos comenzar por sacar un álbum de fotos familiar, y hablar con ellos de cómo ha ido formándose y creciendo la familia. La familia somos nosotros pero también tíos, primos, abuelos... ¿Quizá hay alguien que haya fallecido o a quien vemos menos? Es un buen momento para recordarle. 


En algún momento en que estemos tranquilos en casa, podemos aprovechar para hablar con ellos de cómo nos queremos y ayudamos en nuestra familia, escuchando lo que los niños tienen que decir: ¿Qué hace cada uno por ayudar a los demás? ¿quién asume cada tarea? ¿en qué se nota que nos queremos? ¿cómo podríamos querernos y cuidarnos más?. Todos podemos y debemos aportar algo importante para la familia: risas, alegría, trabajo, orden, limpieza,  ayuda, estudio... Quizá también es buen momento para que ellos mismos se propongan algunos compromisos (poner o quitar la mesa, hacer su cama, etc.) ya que ellos también son capaces de aportar muchas cosas a nuesta familia, que es una comunidad de amor y una iglesia doméstica.


Cerquita tenemos el COF (Centro de Orientación Familiar) del Aljarafe, para cualquier necesidad que podamos tener en las familias.

Dios es nuestro Padre y nos ha hecho hermanos por amor ¿En qué cosas nos damos cuenta de que Dios nos quiere y está con nosotros? ¿Por qué cosas podemos darle gracias? Tenemos una casa, comida, ropa, un colegio donde estudiar, personas que nos quieren y nos cuidan...

Estamos en el momento perfecto del año para hacer un TARRO DE LA GRATITUD. Se trata de elegir un recipiente (un tarro de cristal es bonito y tiene la ventaja de que se ve como se va llenando, pero también puede ser una caja o lo que consideréis). Tiene que tener cerca algo para escribir (rotuladores, bolígrafo, post-it de colores...) y a lo largo de estos meses hasta Navidad, vamos a ir escribiendo por qué nos sentimos agradecidos. Podemos ponernos un mínimo de 1 cosa al día. Antes de acostarnos, damos gracias a Dios por las risas compartidas con un amigo, por un abrazo de alguien que queremos, por la comida tan rica que hemos comido, por poder estudiar, por el sol tan agradable que ha hecho o la lluvia que ha regado las plantas...). A veces vivimos con tantas prisas que no paramos un momento a disfrutar de las cosas bonitas que nos regala Dios cada día. Por la noche, antes de acostarnos, es un buen momento para hablar con los niños, leer un cuento, preguntar ¿Hay algo por lo que queramos pedir perdón? ¿Algún propósito para mejorar al día siguiente? ¿Qué ha sido lo mejor del día? ¿Donde nos hemos encontrado hoy con el amor de Dios en mi vida? 



Puede ser un buen momento para realizar juntos una pequeña oración, ir aprendiendo la señal de la Cruz, el Padrenuestro, el Avemaría...





¡Muchas gracias familias!

jueves, 5 de mayo de 2016

Tema 6. María, Madre de Jesús, es también Madre nuestra

«Mujer, ahí tienes a tu hijo...
Ahí tienes a tu madre.»

Juan 19, 26-27


Todos conocemos la expresión "amor de madre" y la mayoría tendremos recuerdos entrañables de la nuestra: ternura, gratitud, sacrificio, amor. La manera en la que solemos hablar de María es siempre como "nuestra madre", existen muchas advocaciones diferentes para ella, muchas manifestaciones de religiosidad popular pero ¿Cómo descubrir los rasgos de María, madre y mujer de fe, su verdadero rostro? 
Lo más importante para nuestros hijos a esta edad, es que la puedan tener como madre. Una madre perfecta y cariñosa que los quiere y los cuida desde el cielo y que quiere enseñarnos a querer mucho a su Hijo.

Nombres con los que invocamos a María:
  • Algunos proceden de su elección por Dios para ser la madre de su Hijo: Inmaculada, Asunta o Asunción, Dolorosa...
  • Algunos proceden de lugares donde se la honra: Fátima, Lourdes, Covadonga, Carmen...
  • Algunos proceden de funciones que se le aplican por estar unida al hijo: Consolación, Auxiliadora, Refugio, Salud, Reina de la paz...

Enseñar a los niños el Avemaría, fomentar la devoción de rezar las tres Avemarías antes de acostarse o ir enseñándoles el rezo del rosario son oraciones que los niños suelen acoger con cariño. Aunque no sean capaces de rezar un rosario entero, sí pueden rezar un misterio. La palabra Rosario significa 'Corona de Rosas'. La Virgen María ha revelado a muchas personas que cada vez que rezan un Ave María le entregan una rosa y por cada Rosario completo le entregan una corona de rosas. Como complemento cada vez que recemos un Avemaría (ya sea suelta, o tres antes de dormir, o un misterio del rosario) podemos siempre encender una velita delante de una imagen o estampa de la Virgen que tengamos por casa, ponernos en silencio y oración y preparar las rosas para que los niños las vayan ofreciendo a la Virgen. De esta manera verán la belleza que se crea en el cielo con cada una de sus oraciones, que no se quedan sólo en palabras, sino que suben, como el humo de la vela, en forma de flores a nuestra Madre. 
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¿Y cómo está nuestra relación y devoción por María? Puede que vayamos a alguna romería o procesión, o a visitar su imagen en alguna iglesia. Quizá nos acordemos de esta hermosa oración para comenzar el día:
¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía!
Yo me ofrezco enteramente a Vos;
y en prueba de mi filial afecto os consagro en este día
mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón;
en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo vuestro,
oh Madre de bondad,guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra.
Amén.

Pero nuestra relación siempre será más auténtica cuando nos lleva a ser más fieles a las actitudes de María; cuando, como ella, estamos dispuestos a hacer "lo que Jesús nos diga". Como diría el refrán "hechos son amores y no buenas razones", así que si intentamos amar mejor a María, debemos intentar también agradarla con lo que más la alegra: que estemos cada día más cerca de Dios y vivamos según Él desea.


Las fiestas de la Virgen las celebramos unidos a toda la Iglesia y teniendo muy presente al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, a los que durante toda su vida vivió íntimamente unida, manteniéndose en todo momento fiel a su amor y a la misión encomendada. Por eso, el acto central de estas fiestas es y debe ser siempre la celebración de la Eucaristía, con la que hacemos presente al Hijo y honramos a la Madre. ¿Qué mayor alegría podemos darle a una madre que querer y alabar a su hijo? Con María también pasa igual. Si en las fiestas dedicadas a ella, olvidamos a su Hijo, estamos olvidando lo más importante, el motivo por el que ella es precisamente nuestra Madre.

Vídeo: ¿Cuál es la mayor locura de amor que han hecho por tí?




martes, 8 de marzo de 2016

Tema 10. Jesús muere y Dios, su Padre, lo resucita

"¿Qué te daré yo por tanta bondad? ¡Gloria a ti, oh amigo de los hombres!
¡Gloria a ti, oh misericordioso!
¡Gloria a ti, que fuiste flagelado!
¡Gloria a ti, que fuiste escarnecido!
¡Gloria a ti, que fuiste clavado en la cruz!
¡Gloria a ti, que fuiste enterrado y que has resucitado!
¡Gloria a ti, que has subido al cielo!"
San Efrén de Siria


Todo ser vivo pasa por un proceso que comienza y termina: nace y muere. No hay avance científico, médico o tecnológico que pueda acabar con el sufrimiento ni detener la muerte. Si miramos a nuestro alrededor, al igual que vemos belleza, también vemos sufrimiento - no sólo físico - y muerte a nuestro alrededor: en las noticias, en el entorno familiar... Aunque sabemos que lo natural es nacer y morir, cuando muere un ser querido nos planteamos muchas preguntas ¿Por qué ahora? ¿Por qué joven? ¿Por qué si todavía alguien lo necesitaba?...

"¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida?"
(Mateo 6 27)
Jesús, Dios hecho hombre, pasó también por la experiencia del dolor y de la muerte. La muerte de Jesús nos lleva a encontrar sentido al sufrimiento, al dolor y a la muerte, y a vivir firmes en la esperanza, porque así como Cristo murió y resucitó, nosotros  tenemos la esperanza de resucitar a una vida nueva, después de la muerte.


Nuestros hijos seguramente hayan visto algún paso de Semana Santa. A través de ellos podemos irles explicando lo que sucede, preguntarles qué les gusta de una procesión, qué creen que representa un paso o cual es el detalle que más les llama la atención o del que querrían saber más. Juntos podemos investigar si no lo sabemos, mostrándoles así también que estas fiestas son las más importantes del año para los cristianos, porque estos días recordamos lo que Jesús sufrió por nuestro amor y para salvarnos; y cómo Dios su Padre lo resucita.

En vísperas de la Pascua judía, Jesús sube a Jerusalén, donde ya sabe que va a sufrir una pasión dolorosa.

Mientras iba subiendo a Jerusalén, tomando aparte a los doce, les dijo por el camino: Mirad, estamos subiendo a Jerusalén y el Hijo del Hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará" 
(Mateo 20, 17-19)
El Domingo de Ramos vemos la procesión de La Borriquita. Jesús entra en Jerusalén montado en una borriquita y el pueblo lo recibe como aun Rey, aclamándolo con cantos:

[Los discípulos] trajeron la borrica y el pollino, echaron encima sus mantos y Jesús se montó. La multitud alfombró el camino con sus mantos; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada. Y la gente que iba delante y detrás gritaba: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que vienen en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!"
(Mateo 21, 7-9)

Con la celebración de esta entrada en Jerusalén la liturgia de la Iglesia da inicio cada a año a la Semana Santa.

Cuatro días después, en la víspera de la Pascua judía, Jesús celebra su Última Cena con los apóstoles (Jueves Santo). Antes de comenzar, realiza un gesto de amor y de servicio, lavando los pies a sus discípulos (Juan 13, 1-16). Allí anticipa la ofrenda libre de sí mismo que hará más adelante en la Cruz "Esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros", "este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre, que será derramada por vosotros" (Lucas 22, 19-20). De este modo instituye la Eucaristía, como "memorial" de su sacrificio, quedándose para siempre en el pan y en el vino con su Cuerpo y su Sangre, y a sus Apóstoles como sacerdotes de la Nueva Alianza.


Después de la cena, Jesús se fue a hacer oración a un monte donde había un huerto de olivos. Allí arrodillado, postrado en tierra, Jesús le pidió a su Padre que lo ayudara en los momentos tan dolorosos por los que iba a pasar. Poco tiempo después llegaron unos soldados y lo llevaron a las autoridades que lo iban a juzgar. Durante toda la noche lo llevaron de un sitio a otro, interrogándolo para juzgarlo. En los momentos de incertidumbre y dolor, podemos rezar junto a Jesús en el huerto, uniendo nuestro sufrimiento al suyo...



El Viernes Santo Jesús muere en la Cruz. Algunos pasos que nos lo van a ir contando son, entre otros: Jesús ante Herodes y ante Pilatos, la Coronación de espinas, la flagelación, Jesús con la Cruz a cuestas, Jesús en la Cruz, el Descendimiento...


El Sábado Santo, al atardecer, se puede ir introduciendo a los niños  al acontecimiento cumbre en la vida de Jesús y de la humanidad: su Resurrección al tercer día. Se puede adornar la casa con flores y se prepara para un día de fiesta grande. El Domingo, es el día del Señor: Todos los domingos recordamos la muerte y resurrección de Jesús, es el día del Señor, y por eso celebramos la Eucaristía, vamos a misa a encontrarnos con Él, tal cual como sucedió en esta semana tan importante. En la misa se repiten las palabras de la última cena y también se hace presente el sacrificio de Cristo, que está realmente presente con su cuerpo, su sangre su alma y su divinidad en las especies eucarísticas.

"Por ser memorial de la Pascua de Cristo, la Eucaristía es también un sacrificio. El carácter sacrificial de la Eucaristía se manifiesta en las palabras mismas de la institución: "Esto es mi Cuerpo que será entregado por vosotros" y "Esta copa es la nueva Alianza en mi sangre, que será derramada por vosotros" (Lc 22,19-20). En la Eucaristía, Cristo da el mismo cuerpo que por nosotros entregó en la cruz, y la sangre misma que "derramó por muchos [...] para remisión de los pecados" (Mt 26,28)." Catecismo nº 1365 
Este misterio pascual reaparece, sobre todo, cuando pecamos y recibimos el perdón de Dios Padre, que en su misericordia nos acoge. Celebramos la resurrección de Cristo, que venció al pecado y a la muerte por amor a nosotros y se quedó para siempre con nosotros en la Eucaristía.



Cristo ha vencido, es a El a quién debemos seguir para alcanzar la gloria y felicidad eterna prometida. Felicidad que empezamos a vivir aquí, juntos, siendo sus discípulos hijos de Dios llamados también a volver al Padre.
"Jesús resucita del sepulcro. La vida es más fuerte que la muerte. El bien es más fuerte que el mal. El amor es más fuerte que el odio. La verdad es más fuerte que la mentira. La oscuridad de los días pasados se disipa cuando Jesús resurge de la tumba y se hace él mismo luz pura de Dios. Pero esto no se refiere solamente a él, ni se refiere únicamente a la oscuridad de aquellos días. Con la resurrección de Jesús, la luz misma vuelve a ser creada. Él nos lleva a todos tras él a la vida nueva de la resurrección, y vence toda forma de oscuridad. Él es el nuevo día de Dios, que vale para todos nosotros." 

martes, 23 de febrero de 2016

Tema 9. Recibo buenas noticias

«El Espíritu del Señor está sobre mi, porque él me ha ungido,
Me ha enviado a evangelizar a los pobres»

Lucas 4, 18

La palabra Evangelio quiere decir "buena noticia". Al iniciar su vida pública, Jesús se presenta ante sus contemporáneos como mensajero de un gran acontecimiento que acaba de comenzar:
«Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.; decía: "Se ha cumplido el tiempo y está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio"» 
Marcos 1, 14-15
El anuncio va acompañado de hechos reales, a través de los cuales Jesús realiza signos de salvación, de curación de las personas que sufren:
«Jesús recorría toda Galilea enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo» 
Mateo 4, 23


Con Jesús llegó a la humanidad la Buena Noticia, el Reinado de Dios. Una noticia que desde siempre desearon escuchar los oídos de los hombres y mujeres y que también hoy deseamos escuchar nosotros: el anuncio de que ha llegado el Reino de Dios; un mundo nuevo, unos hombres nuevos.

«El Reino de Dios es para nosotros lo más importante. Se aproxima en el Verbo encarnado, se anuncia a través de todo el Evangelio, llega en la muerte y la Resurrección de Cristo. El Reino de Dios adviene en la Última Cena y por la Eucaristía está entre nosotros. El Reino de Dios llegará en la gloria cuando Jesucristo lo devuelva a su Padre.»
Catecismo de la Iglesia Católica nº 2816

Las parábolas del Reino:
Gira en torno a un único mensaje central. No hay que detenerse en cada detalle, sino preguntarse qué idea principal nos quiere comunicar.


El Reino de Dios está entre nosotros. Comenzó con Jesús y sigue presente en nuestro mundo, está oculto pero crece y camina hacia la plenitud definitiva. Lo vemos presente en la Iglesia y en las personas que creen en Jesús y quieren seguirle.

543 Todos los hombres están llamados a entrar en el Reino. Anunciado en primer lugar a los hijos de Israel (cf. Mt 10, 5-7), este reino mesiánico está destinado a acoger a los hombres de todas las naciones (cf. Mt 8, 11; 28, 19). Para entrar en él, es necesario acoger la palabra de Jesús.
Catecismo de la Iglesia Católica nº 543

Otros puntos del Catecismo: 541-556.

Con cada signo de amor, de justicia, de perdón, de solidaridad que hacemos a los demás, estamos haciendo presente el Reino de Dios en el mundo. Cuando hablamos de presencia de Dios entre nosotros, de su vida, su mensaje, su entrega, etc. estamos anunciando la Buena Noticia de Jesús.

A los niños les explicamos que Jesús vino a darnos la Buena Noticia de que Dios está con nosotros, como hemos visto en temas anteriores, es nuestro Padre, nos ama y nos da una familia: la Iglesia, para que siguiéndole, construyamos el Reino de Dios. Cada uno de nosotros podemos colaborar en la construcción del Reino de Dios, de un mundo nuevo a nuestro alrededor, si actuamos con amor bajo la acción del Espíritu Santo.

Parábolas en canciones para poner a los niños:






martes, 9 de febrero de 2016

Tema 8. Conozco a Jesús


¿Quién decís que soy yo?
Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».

¿Quién es Jesús?

Todos hemos experimentado el proceso de conocer a los demás, de modo que poco a poco nos vamos interesando por un amigo del que en un principio no sabemos nada, pero que vamos descubriendo, con el trato, primero detalles y, si llegamos a trabar una amistad, esos detalles se unen para formar una imagen más completa de la persona que hace que podamos conocerla y quererla realmente, en su conjunto, desear pasar tiempo juntos, disfrutar de su conversación o querer consolar sus tristezas. 

La amistad es pasar tiempo juntos
No se puede amar lo que no se conoce. ¿Conocemos a Jesús? Quizá no recordemos el momento en que escuchamos por primera vez hablar de Él, pero hagamos memoria... ¿Qué es lo primero que recuerdo? ¿Qué he oído todos estos años? ¿Era todo bueno? ¿Cómo filtro y verifico la información que me ha ido llegando, la Verdad de los rumores...? Si Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios vivo como dijo Pedro, si Dios se ha hecho hombre por mí... Si me lo planteo seriamente... Quizá pueda barrer el polvo de la costumbre para redescubrir el asombro con una nueva mirada...

Jesús: un encuentro que cambia la vida

Podemos analizar en las Sagradas Escrituras quién decían sus coetáneos que era Jesús, los fariseos, los discípulos, el Sanedrín, e incluso lo que dice Jesús mismo:
  • Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí. (Juan 14, 6)
  • Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no camina en tinieblas sino que tendrá la luz de la vida (Juan 8, 12)
  • Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás. (Juan 6, 35)
  • Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por sus ovejas (Juan, 10, 11)
  • Yo soy la resurrección y la vida (Juan 11, 25)
  • Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor" y decís bien, porque lo soy (Juan 13,13)
  • El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por la multitud (Marcos 10, 45)
  • Si me conociérais a mi, conoceríais también a mi Padre... Creedme, yo estoy en el Padre y el Padre en mí (Juan 14, 7.11)
  • El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido... (Lucas 4, 18)


"Con Jesús se podía hablar y discutir, le podían rechazar o estar de acuerdo con lo que iba diciendo por las plazas, y él podía responder y corregir: había una realidad objetiva, que educaba la subjetividad del hombre.[...] Esto es lo que les sucedió a quienes llegaron a conocerle. Pero ¿y ahora, después de dos mil años? ¿Cómo puede encontrarse con esta presencia integralmente humana el hombre de 2000 años después?[...]
Muchos deseaban ver a Jesús, ser curados por él, conocerle, pero Él no podía ir a todas partes. Y entonces empieza a enviar [..] a los doce que había elegido y después a unos setenta discípulos. [...] Pues Jesús, en efecto, les había dicho al instruirlos en el momento de partir: «Quien a vosotros oye a mí me oye» (Lucas10,16) [...] Históricamente hablando esta realidad se llama «Iglesia»."
Del libro "Por qué la Iglesia" de Luigi Giussani


Lo que dice la Iglesia sobre Jesús

Verdadero Dios y verdadero hombre
En la unidad de su Persona divina, Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre, de manera indivisible. Él, Hijo de Dios, "engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre", se ha hecho verdaderamente hombre, hermano nuestro, sin dejar con ello de ser Dios, nuestro Señor" (CCE 87)

Se encarnó en el seno de la Virgen
El Hijo de Dios se encarnó en el seno de la Virgen María, por obra del Espíritu Santo, por nosotros los hombres y por nuestra salvación: es decir, para reconciliarnos a nosotros pecadores con Dios, darnos a conocer su amor infinito, ser nuestro modelo de santidad y hacernos "partícipes de la naturaleza divina" (2 Pe 1,4) (Compendio CCE 85)




Para trabajar con los niños
A los niños tenemos que contarle cosas sobre Jesús y su vida, para lo que primero tenemos que aprenderlo nosotros. Puede ser a través de dibujos animados, como La casita sobre la roca o El hombre que hacía milagros

Una bonita ocasión para compartir con ellos es sentarnos y hablarle sobre nuestros amigos, enseñarles fotos antiguas ¿conservamos fotos con amigos de la infancia o juventud?: cuándo quedamos o hablamos con ellos, desde cuando los conocemos, qué nos gusta de ellos, alguna anécdota... Probablemente nos querrán contar algo de sus amigos, podemos preguntarles por su relación con ellos, algo divertido, si juegan todos los días en el patio del colegio, si alguna vez les han regañado por hablar en clase ¿Hablan mucho con ellos? Pues para ser amigos de Jesús también hay que hablar con él (rezar). Lo mismo que le contamos a nuestros amigos lo que nos han regalado, también se lo podemos contar a Jesús. Y también queremos conocerle, para poder así quererle y aprender de él. Él debe ser nuestro modelo, nuestro súperhéroe, nuestro mejor amigo... Pero para poder ser amigos ¡Tenemos primero que conocerle bien!


Para formarnos
Para conocerlo nosotros, podemos leer el catecismo, lo que la Iglesia, sus discípulos, dicen de Él: El Credo está dividido en tres partes: Padre - Hijo - Espíritu Santo o también libros que expliquen el contexto histórico y la manera en que lo entendemos y explicamos a los demás como Jesús de Nazaret de Benedicto XVI